12-05-2010 /20:21:35

El héroe de Macharaviaya

Un verdadero héroe de la independencia de los Estados Unidos de Norteamérica. Así es como recuerdan los miembros de la Orden de Granaderos y Damas de Bernardo de Gálvez al más ilustre vecino de esta pequeña localidad situada en el extremo más occidental de la Axarquía, a pocos kilómetros de la capital. Y es que Bernardo de Gálvez (Macharaviaya, 1746-México D. F., 1786) llegó a ser virrey de la Nueva España y su contribución histórica fue decisiva para que las entonces 13 colonias de Norteamérica dependientes de Inglaterra, consiguieran la independencia total en 1776.
Ayer, una representación de esta institución fundada hace ahora 34 años -coincidiendo con el 200 aniversario del mítico 4 de julio-, visitó por segunda vez en su historia el pueblo natal de Bernardo de Gálvez, «para honrar su memoria y para ratificar nuestro compromiso de dar a conocer su figura a las generaciones futuras», apostilló su gobernador, Antonio J. Reñazco. «Durante décadas su figura no fue tenida en cuenta, pero ahora estamos haciendo que tenga un espacio en esta página tan importante de nuestra historia como país. Está claro que sin el esfuerzo y el apoyo de Bernardo de Gálvez, la independencia de los Estados Unidos hubiera tardado mucho más tiempo»,
Trajes de época
Al igual que la docena de compañeros y paisanos que ayer visitaron Macharaviaya, el gobernador iba perfectamente ataviado con una réplica de los trajes de época que hace 234 años vestían Bernardo de Gálvez y el resto de militares y líderes de la independencia norteamericana. Con pelucas, medias ajustadas y sombreros, estos caballeros y damas recorrieron las calles de Macharaviaya, acompañados por una extensa representación institucional..
El alcalde de Macharaviaya expresó su «gran satisfacción» por este encuentro «histórico», que se produce unos años después de que una delegación malagueña visitara algunas de las ciudades en las que actuó Bernardo de Gálvez, como Texas, Florida, Virginia, San Juan de Puerto Rico, Houston, o Pensacola. Precisamente, en esta última, libró De Gálvez su última gran batalla, antes de morir a la temprana edad de 40 años