19-07-2010 /11:49:40
Pintores románticos ingleses del XIX, en el Centro de Exposiciones de Benalmádena
El apoyo que Gran Bretaña prestó a las tropas españolas en la Guerra de la Independencia no sólo sirvió para expulsar al ejército napoleónico de la península, sino también para que los artistas británicos pusieran sus ojos en unas tierras que hasta entonces habían despertado poco interés. Acababa de arrancar el siglo XIX y España estaba inmersa en una grave crisis política y económica que nada tenía que ver con el crecimiento que estaba experimentando Inglaterra como cuna de la Revolución Industrial en Europa. Esta relación amistosa convirtió a España en un destino exótico a la vez que cercano para jóvenes artistas ingleses inmersos en el Romanticismo , que vieron una nueva fuente de inspiración en el colorido, la cultura, las tradiciones, creencias y paisajes de una España que empezaba a ser concebida como la quintaesencia del Romanticismo. Venían buscando nuevas sensaciones, y este país les ofrecía el idealismo romántico en su estado más puro.
Ése es el nexo de unión de 'Pintores románticos ingleses en la España del siglo XIX', una cuidada selección de pinturas que hasta el 26 de septiembre albergará el Centro de Exposiciones de Benalmádena. La muestra, formada por cuarenta piezas (30 óleos y una decena de acuarelas) pertenecientes a la colección de un particular, permite acercarse a la España más costumbrista con escenas que recrean la vida en el campo, la influencia de la Iglesia, momentos de folclore como la estampa de un torero, la crudeza de un mendigo arrodillado mientras solicita una licencia para pedir limosna en la calle (o el flirteo de un hombre con una bella joven en unos jardines, escenas en las que cobran una especial importancia las vestimentas y las tradiciones para convertirse en narradores de una época
«Estamos ante una exposición extraña a la vez que maravillosa, ya que a pesar de tratarse de una colección que un particular (prefiere guardar el anonimato) ha ido conformando durante cuarenta años, es muy homogénea», afirma Marisa Oropesa, comisaria de una muestra que, , «es un magnífico testimonio de cómo se vivía entonces en España».
