10-02-2010 /16:32:26

Las recientes obras de restauración de una de las murallas de la Alcazaba son un paso más en la consolidación del monumento

Los andamios y mallas que durante meses han envuelto una de las torres de la Alcazaba, la que se encuentra por encima del túnel y unos metros hacia la derecha, han desaparecido para dejar ver en toda su magnitud esta parte de la estructura defensiva del monumento
El proyecto ha consistido en la restauración de parte de esta muralla que, con el paso del tiempo y la erosión, se había desprendido y había ido perdiendo gran parte de su espesor. Construida con material mixto, a base de mampostería y tapial, parte de estos materiales se encontraban en la propia base de la muralla, de manera que han sido de nuevo reutilizados para devolver el grosor y la altura.
El proyecto, ya terminado en su totalidad, ha permitido también regularizar la coronación de la torre, además de recuperar su espesor, que había quedado casi a la mitad por efecto de la erosión. Estos trabajos han tenido un presupuesto de 80.000 euros.
Las obras de restauración han permitido recuperar el material original, las mismas piedras que se habían desprendido de la muralla con el paso del tiempo. Pero para diferenciar los materiales originales de lo que se ha añadido en esta nueva intervención se ha colocado una chapa de plomo, de manera que queda muy bien delimitado lo que corresponde a esta restauración.
Otras intervenciones
El proyecto de restauración del monumento financiado a través de los fondos de inversión estatal -el conocido plan Zapatero- ha incluido también la construcción de nuevos aseos (en el túnel de acceso al monumento desde la calle Guillén Sotelo) y en Gibralfaro.
En el castillo se ha realizado otra importante actuación de restauración, la más urgente . Se trata de la intervención en un lienzo de muralla, situado al norte del monumento, que presentaba una importante grieta. Los testigos de yeso colocados en su momento advirtieron del rápido y progresivo deterioro de este muro, con una grieta en la que ya se podía introducir una mano. Y es que los materiales son de muy escasa calidad, con dos lienzos de mampostería entre los que se colocaba tierra apisonada.
Las obras de consolidación en este caso han consistido en la colocación de unas varillas metálicas y un 'cosido' en ambas direcciones de la grieta.
Con estas intervenciones se ha hecho lo más urgente, aunque el deterioro provocado por el paso del tiempo y las inclemencias meteorológicas no permiten relajarse en la conservación del monumento.